Franz Erler y Daniel Rotter ofrecen algunos consejos prácticos sobre cómo evaluar la calidad de sus binoculares y telescopios. Con estas pruebas se puede separar rápidamente el grano de la paja en lo que respecta a instrumentos ópticos.
Las matrículas de los coches, las señales y los carteles luminosos, o los árboles, las hojas, las ramas y los riscos y acantilados de las montañas contra un cielo brillante son buenos ejemplos. Un dispositivo de gran calidad apenas mostrará ninguna aberración cromática en estas transiciones. Pero tenga cuidado, nunca utilice el dispositivo para mirar directamente al sol, ¡ya que podría dañar sus ojos!
Las delicadas estructuras de los plumajes o las pieles son perfectas para esta prueba. Preste atención a la resolución de los detalles. Cuanto mejor sea la óptica, menor serán las aberraciones amarillentas o azuladas.
Las estrellas son excelentes para esta comprobación, ya que son puntos de luz brillantes y puntiagudos contra un fondo oscuro. Las ópticas de primera calidad las mostrarán sin distorsiones.
Es interesante enfocar sus binoculares sobre un objeto colocado en un lado del campo de visión, en lugar de hacerlo en el centro, como sería habitual. Esto permite comprobar la nitidez en los bordes y ver si existen aberraciones cromáticas.
Y, por último, también puede evaluar la calidad de la imagen según las condiciones lumínicas predominantes. En el caso del efecto de contraluz que ocurre cuando un objeto está iluminado desde atrás o al observar un atardecer, es fácil ver la diferencia entre las ópticas de primera calidad y las de producción en masa.